24 de octubre de 2005

Cartas a mis nietos VI

Algunas cosas que se quedaron en el tintero...

Cada uno de nuestros pensamientos y actos está relacionado con algo que nos pasa o con alguna circunstancia que nos puede rozar... Dios es cada una de esas situaciones y también es parte de nuestros actos y pensamientos... Es todo y todo es Dios... No es cuestión de Fe, no es tampoco algo relacionado con la ciencia, ya que la misma no puede ni negar ni tampoco confirmar su existencia... Sino es algo que está en cada uno de nosotros y negarlo es hacer lo propio con nuestra humanidad, con nuestro ser.

En fin, es un tema que nunca se agota y siempre tendrán fundamentos a favor y en contra... Algunos les dirán esto o aquello y otros sugerirán todo tipo de teorías y argumentos, pero ustedes, hijos míos, sólo escuchen a su corazón... Él les dirá cual es su verdad y a ella aténganse hasta el fin.

Bueno, ahora después de tratar de desenredar esta madeja que viene del concepto de Dios, quiero hablarles de una de las formas de relacionarnos con los otros más hermosas, importantes y simbólicas... Les hablo de la amistad.

De la amistad...

Las personas que nos rodean pueden determinar muchas cosas en nosotros... Algunos harán lo imposible por hacernos daño, ya sea por envidia, maldad o simplemente porque no saben hacer otra cosa... Otras serán completamente indiferentes en el transcurso de nuestras vidas... De este último tipo son casi todas...

Pero hay un tercer grupo de personas, estas son nuestros amigos... aquellos seres, humanos y no humanos, que escogemos entre la multitud para que formen parte de nuestras vidas, la vivan con nosotros, lloren nuestras penas y rían nuestras alegrías como si fueran propias...

Algunas personas han dicho que un amigo es un hermano que uno elige, lo que no me parece errado... Otros hablan que es mejor tener amigos que plata, lo que creo es muy juicioso... Tener un amigo es alejar la soledad no deseada, es un compañero de mil andanzas o como lo decimos con mis amigos... de mil batallas perrunas.

Sin embargo, hijos míos, la palabra amigo y amistad viene muy rápido a la boca de las personas... La liviandad con que se trata el vocablo es fuerte y grave y los verdaderos amigos que uno conoce en vida son muy pocos. Conviene mantener los ojos abiertos, el alma preparada y los sentidos alertas para reconocer aquellos que se acercan a nosotros por interés y los que se interesan en nuestra persona...

La liviandad referida se denota cuando la gente confunde los significados de amigo y conocido, como cuando recién conocemos a alguien y esa persona nos trata de "amigo"... No digo que sea malo en sí mismo el acto, ni tampoco que deban desconfiar de todos aquellos que los tratan de esa manera en esas circunstancias, sino que deben estar atentos...

Es más, les digo que mucha gente van a conocer a lo largo de su vida, y de esa mucha gente, varias se acercarán a ustedes... y la única forma de llegar a conocer a una persona y saber si será su amigo o no, es abriendo el corazón un poquito y probar el temple de esa persona...

Muchas decepciones se llevarán, pero créanme, es la única forma de conocer a los verdaderos amigos que, no tengan duda, los acompañarán por el camino de la vida por todo el tiempo que les quede en este hermoso, traicionero y misterioso mundo...

Así es... la amistad es una carrera por la vida repleta de sinsabores, empero cuando encontramos en ella aquel que merece el sustantivo "amigo" valdrá la pena todas las penurias recorridas aunque sea uno entre miles...

En fin, en otra carta les hablaré de la soledad... del sentimiento más contradictorio que he conocido... La soledad buscada es un premio al alma y aquella que llega sin previo aviso, sin siquiera haberla buscado, es un castigo a la mente y al espíritu sin precedentes... Adiós hijos míos... Hasta la próxima que, sin duda, será luego...

20 de octubre de 2005

Los candidatos... Una lata constante

Estoy cansado de escucharlos... estoy harto de ver cómo se rien de las personas, de los medios, de todos... Estoy... bueno... me tienen hasta las remasas... ¿y saben por qué?

Porque la política no ha sido la forma de solucionar nuestros problemas antes y no lo será ahora... Y ojo que no por culpa de ella, sino de quienes la ejercen, pues estos personajes se alimentan del poder tanto tiempo que llega a ser su único alimento, su droga, su adicción... tanto es así que se olvidan de lo que alguna vez quisieron hacer...

Porque las reformas no son ni económicas ni sociales... son humanas... las personas debemos aprender a querernos y a querer a nuestro entorno... entonces, solo entonces seremos capaces de cambiar esta sociedad que no tiene por qué ser de esta manera... ¿quién nos asegura de que ésta es la única forma???

Porque cuando hablan es como si se les presionara el botón play... no hay convicción, no hay sentimientos... son palabras vacías de seres vacíos... y no lo digo con rabia o con envidia, sino con pena, pues nada podrán hacer por nadie, ya que son ellos los que necesitan ayuda... en especial uno que no se cansa de decir estupideces...

Porque ninguno cumplirá ni la mitad de las cosas que dice... nunca lo hacen... y saben por qué... porque no gobierna el presidente, sino los grupos económicos, un puñado de personas que lo único que les interesa es su bolsillo a tal punto que les da lo mismo si cientos de seres humanos se mueren de hambre o si el bebé de una de sus empleadas está enfermo...

Porque... porque soy persona antes de cualquier otro pergamino y ellos no se han dado cuenta de eso... pues se esconden detrás de sus títulos casi nobiliarios... diciéndole a los cuatro vientos que son ellos (cada uno por separado) quienes cambiarán esto... y yo les digo que no ven nada de nada, pues su claridad los ciega...

Esta no es una carta a nadie... es una forma de sacar fuera un sentimiento que de a poco se ha ido transformando en frustración... sentimiento que espero no empañe mi alma aún repleta de sueños por cumplir...

18 de octubre de 2005

Mi hermano

Los días corren... no tan presurosos como me gustaría, pero al menos corren... espero estar en Iquique, abrazando a mi hermano, a mi mamá... a todos... pero por sobre todo a Felipe que tanta falta me hace...

Les cuento... con él crecimos juntos, compartimos las más variadas experiencias y más de alguna que otra anécdota que nos marcó por el resto de nuestras vidas...

Con Felipe estaremos nuevamente cara a cara... nos separan casi dos mil kilómetros y lo que más siento en falta son sus palabras, sus puntos de vista tan humanos, tan seguros de su ingenuidad... Mi hermano ha vuelto a nacer... y yo quiero verlo en primera fila.

Algunos seres humanos necesitan llegar hasta el fondo del pozo para tomar fuerzas y salir de allí... Felipe es uno de ellos... su pasión por vivir al límite lo lleva por caminos a veces intransitables para mí... Su pasión por la vida me lo ha devuelto...

Entiendo que no entiendan... solo comprendan que los seres humanos necesitamos amar a los que están cerca, pues aquellos que están lejos a veces no son un buen blanco para nuestros corazones que tan mala puntería tienen...

Amar lo que está cerca... mejorar lo que está al alcance de la mano es un avance que bien podría ser básico... egoísta dirán algunos, pero yo les replico que es mejor eso que ni siquiera saludar al vecino cuando, con la mirada gacha, barre la calle inmerso en quizás en qué pensamientos...

En fin... pronto estaré caminando por las playas de Iquique con mi hermano al lado... con mi hijo revoloteando a nuestro alrededor... con mi corazón regocijándose del momento... Hoy estoy frente al computador, pensando en un futuro que promete...

14 de octubre de 2005

Días mejores

Es cierto, a todos nos toca de todo en la vida... a veces uno sufre, llora... otras... otras no.

Días como hoy, en que solo pienso en lo difuso de las cosas... en lo entrelazado que es el mundo y la vida; logro -por unos momentos- tener la certeza que como ser individual nada se puede hacer a gran escala... Que los cambios de verdad dependen de la organización...

Cada día que pasa las culpas claras en la juventud y los primeros años de adultez, se disipan sin poder asignarlas... excepto las propias, claro... pero esas las cargo desde siempre y asumo a medida que se presentan y las reconozco... No es fácil, pero claro... nadie me dijo que lo sería.

Desesperanzado es como quedo tras una hora de noticias... imágenes de calamidades, de infamias, de calumnias... Nos alimentamos de mierda... y saben qué... parece que nos da lo mismo... Al igual que nos da lo mismo cómo dejemos este planeta para nuestros bisnietos, total... no estaremos.

En todo caso, hay días mejores... :-)

7 de octubre de 2005

El estado de las cosas

Muchas veces las circunstancias de la vida nos sobrepasan y caemos en la más completa incertidumbre... Este sentimiento o estado es una de las peores cosas que nos puede pasar... No saber qué suelo estamos pisando nos hace sentirnos desvalidos, perdidos... perdemos el norte y caemos en la autocompasión...

La verdad es que la mayoría de las veces nos pasa esto porque perdemos la real dimensión de lo que nos pasa... en ocasiones es más simple... magnificamos algo que acontece, perdiendo el foco del asunto... Exageramos...

La vida me ha enseñado algunas cosas... entre ellas me ha mostrado que nada dura hasta el infinito, menos los estados de ánimo que por definición son transitorios... Por ello, cuando uno está triste, lo mejor es vivirlo, pues se pasa... Lo mismo cuando estamos contentos...

De todas las experiencias podemos sacar lecciones... a veces las aprendemos y no volvemos a meter la pata en eso... otras veces simplemente no nos damos por aludidos y caemos n veces más en la misma tontera... Todo depende, entonces, de lo atentos que estemos a nuestra propia vida, nuestra propia contingencia... El presente... Ponerle atención al ahora -creo yo- es la clave.

5 de octubre de 2005

Cartas a mis nietos V

Han pasado algunos días y estoy de vuelta... Su abuela insiste en que estoy loco como una cabra al escribirles estas cartas... Pero sigo con esta idea producto que tengo la certeza que nadie tiene el tiempo comprado sobre esta tierra y me abría gustado que mi hijo (su padre) hubiera conocido, al menos de palabra, a mi padre...

Hoy hablaré de la idea de Dios... qué quiere decir para mí... que imágenes trae a mi memoria y pensamiento y con él, el concepto de espiritualidad tan maniatado por nuestra cultura que por lo mismo resulta algo sin sentido...

De Dios...

Se dice que una fuerza, un ser creó todo lo que vemos y lo que no vemos... que en 6 días hizo la hechura de las cosas y al hombre mismo y al séptimo día descansó de su obra... Les digo desde ya que eso es una mitología, es decir, una explicación del mundo basada en la imaginación para contar lo que hasta ese momento nos parecía algo imposible de concebir.

Hoy en día sabemos que la Tierra, nuestro planeta, se demoró muchos millones de años (cerca de 5.000 millones) en ser como la conocemos ahora y que bajo el amparo del cielo y los mares vivieron muchas especies de animales, bacterias y plantas antes de que el hombre pusiera sus pies sobre su faz...

Pero haber encontrado en parte la explicación del por qué el mundo es como es no le quita en ningún caso mérito a Dios... Eso sí, yo no creo que sea un viejo sentado en un inmenso trono en la inmensidad del cosmos dirigiendo todo a su pinta como quien es jefe de una obra.

Para mi, hijos míos Dios es la energía capaz de aglutinar todas las energías y materia para formar la vida en su más amplio sentido... Es amor, condensación, formas, la primera y última chispa que prendió la luz en el cosmos entero...

Su presencia está en cada cosa que vemos, en cada milímetro de lo que no vemos, es la fuerza que lo mueve todo y el sentido de ese movimiento...

Algunos dicen que somos a imagen y semejanza de él o eso... la verdad es que esa definición bien le cae hasta la más humilde de las bacterias que habitan en el más ínfimo confín del universo... porque todo lo que vive orgánica e inorgánicamente es a imagen y semejanza de Dios...

La vida de las cosas depende de la unión de unas cosas diminutas llamadas en esta parte del cosmos, átomos... ellos viajan a casi 300 mil kilómetros por segundo... Son tan rápidos que no somos capaces de percibir su vorágine ritmo y por ello creemos que las cosas son sólidas.

Algunos están tan dispersos que los vemos líquidos y otros se encuentran aún más separados entre ellos y por ello nuestros sentidos los perciben como gases... Pero eso es sólo porque nuestro sentido de la vista nos limita a ver cualquier fenómeno de la naturaleza a 8 metros por segundo...

La energía que yo llamo Dios es la que permite que los átomos se unan entre sí formando la materia y la energía... Elementos indispensables para la vida de las criaturas acá en la Tierra como en cualesquiera otro rincón del universo...

Si hijos, la vida no es privativa de nuestro planeta y por ello Dios es tan grande, más grande de lo que cualquier religión alcanza a describir... Su indómita presencia está en todos lados, en todas las cosas, en cada uno de nuestros pensamientos y en los de cualquier ser que habite en los confines del cosmos y tal vez más allá...

Por otra parte, en torno a Dios se han creado innumerables religiones que hablan de una sombra de lo que verdaderamente es Dios... Lo minimizan a la Tierra y a una imagen manimalística al decir que somos a su imagen y semejanza que no se alcanzan a dar cuenta de lo realmente grande, importante y omnipresente que es...

Dentro de esos conceptos religiosos que de él se han creado aparece la espiritualidad... Suerte de estadio de sopor que algunos alcanzan cuando comulgan con él... Luego, mi pregunta es... como comulgar con el TODO si sólo somos parte de él...

Nuestra forma de ver el mundo, casi siempre dirigida por nuestros sentidos, nos limita el conocimiento de Dios, ya que sólo creemos lo que vemos, olemos, sentimos con el tacto, escuchamos y la mayoría de las manifestaciones que nos llegan por esta vía son solo una sombra oscura y débil de lo que es la realidad...

Mucho podría extenderme en este tema y sin llegar a ninguna parte en concreto... Sólo les quiero decir que jamás se dejen llevar sólo por los sentidos... Hay una realidad más allá de ellos y que los mismos no nos pueden mostrar... Existe energía transmitiéndose todo el día, todos los días que no somos capaces de aprovechar por nuestras malas creencias acerca de lo que es verdad y real...

Dios es una de esas cosas y a veces, todas a la vez...

Nietos míos... luego, otro día, en otra carta les hablaré acerca de la amistad... Adiós de nuevo, pero no para siempre...