Perdiendo la fe o simplemente cambiándola

Mirando las olas, su constante devenir, su ritmo, su música candenciosa me he cuestionado... Miles de formas presentes en una pequeña poza de agua salada... ¿Para qué tantas formas, para qué??? A veces pienso que todo es puramente perfecto... que la naturaleza tiene un propósito y un por qué que mi mente no alcanza a comprender...

Mi razón me dice que no puedo abarcarlo todo con ella... me susurra que muchas cosas escapan a su análisis... Entonces, viene el facilismo de asociar todo aquello que no comprendo a Dios... A su eterna, incólume, omnipresente e invisible voluntad... Luego, me pregunto... no será que la naturaleza simplemente prueba... hace experimentos que si se adaptan, sobreviven y si se adaptan muy bien poblan el planeta...

No lo sé... últimamente he sentido que estoy perdiendo la fe... pero debo ser honesto con ustedes al decir que nunca he sido un hombre de fe... o al menos no de esa fe que nos inculcan en los colegios... Dios... Dios... Mi concepto de Dios es tan... bueno, tan mío...

Creo en que todo ocupa un lugar en el espacio-tiempo... creo en que no existen las coincidencias... Creía en que todo encajaba en un plan universal... Ahora no lo sé...

Escuché las sabias palabras de una persona que hace poco vengo conociendo... él me entrega su conocimiento simplemente porque disfruta siendo él mismo... Las palabras de esta persona fueron sencillas... Hasta los apósteles pedieron la Fe... Somo hombres...

Creo en mi trabajo, en mi honestidad, en mi capacidad de hacer las cosas y en mi esfuerzo en tratar de hacer esas cosas lo mejor posible, pero veo en los ojos de algunos la apatía frente a una vida que se les pasa por delante de los ojos y no hacen nada para vivirla plenamente...

Creo... que estoy perdiendo a fe y espero que solo sea un paso al cambio... Un cambio que hoy no vislumbro, pero que sé, positivamente, que siempre viene... Somos escencialmente cambio... En eso también creo.

y fue un feliz cumple de Vanessa

Mi mujer estuvo de cumple... celebró 29 años... y de verdad que lo pasamos chancho... acá algunas fotos del carrete...





Feliz cumpleaños reina mía... y que sean muchos más... :-)

Preguntas o la ilusión del intelecto...

Mucho me ha pasado y sin embargo, nada he podido llevar al papel o a la pantalla... Las palabras se suceden en mi mente, pero no logro darles un orden... No sé... los cambios en mi interior se agolpan, las viejas estructuras se desmoronan sólo para dar paso a nuevas formas de ver, de sentir...

He pensado hasta el hastío sobre la idea de que lo que no puedo cambiar debo aceptarlo... Las historias con esas situaciones se abarrotan en mi mente y muchas veces (casi todas) luchaba denodadamente para cambiarlas a mi voluntad... la mayoría de las veces eran intentos vanos, pues el mundo camina a su ritmo y punto...

Ahora, mirando hacia el pasado me doy cuenta que muchas de esas veces fueron pérdidas de tiempo... Las historias que nos cuentan las escriben quienes vencieron y lo que nos cuentan es lo que pasó desde su perspectiva... cuánto me costó aceptar aquello... ahora, con mis ojos, lo veo claro... y sin embargo, aún no lo acepto del todo... La historia no la escriben los pueblos, sino aquellos que manejan los destinos económicos de los mismos...

Si cierro los ojos y lo veo todo claro, por qué entonces tengo que abrirlos para descubrir que a veces los hombres no cambiamos simplemente por temor al cambio... Esa contradicción aún no la comprendo... Entiendo que cada uno le guste su seguridad intelectual, pero acaso no se dan cuenta que el universo en el cual vivimos cambia constantemente... Tan rápidamente que a veces nos angustiamos por tener que adaptarnos constantemente...

Así han sido estos días con más preguntas que respuestas, interrogantes que solo me entregan más preguntas... Mi padre me dijo una vez que las preguntas son las que mueven las ideas... las respuestas nos estancan... A veces me desespero solo obteniendo preguntas como respuestas... empero, tengo la idea de que así debe ser siempre... preguntas sobre preguntas y respuestas que no siempre responden... En fin... así he estado estos días de silencio... pensando en preguntas que solo me responden con más preguntas... :-)

El camino difícil es el que tenemos que caminar...

Caminaba por las calles del centro de mi ciudad... esa en la cual durante algunos días no podemos ver la cordillera aún cuando estamos al lado de ella; esa que debemos amar por ser el suelo que da firmeza a nuestros pasos, pero que simplemente dejamos en el olvido porque así somos las personas...

Cómo les decía... caminaba distraído pensando en por qué nos cuesta tanto hacer lo correcto en cada oportunidad que nos da la vida para tomar el camino de la completa integridad...

Al principio me dije que simplemente no vemos el camino... luego rebusqué en mi interior y supe que esa no era la razón... es más... estoy casi convencido que casi siempre sabemos qué es lo que tenemos que hacer, pero algo nos impulsa a hacer otra cosa...

Durante la juventud (conocida) de la humanidad estas conductas se las atribuíamos al cola de flecha... a demonios que nos engatusaban con trucos baratos sobre qué camino elegir... Hoy ya no podemos hacer eso, porque sabemos que don sata no existe... que es solo una personificación de nuetra propia desidia frente al correcto actuar frente a uno mismo y a los demás...

Mi segunda respuesta a la interrogante fue pensar en la cobardía... pero ¿a qué? Tal vez a no hacer algo que para todo el mundo pueda ser de lo peor... tal vez no querer contradecir una moral acomodaticia y relativa... moralidad en la cual nos regocijamos y de la cual comemos como chanchos en barro sólo para acallar nuestra cada vez más dormida conciencia...

No, la cobardía no era o al menos no solo ella... y tras un buen puñado de minutos, horas, incluso días la respuesta me llegó... No hacemos lo correcto simplemente porque es difícil... porque el precio de la integridad es a veces quedarse solo... es porque lisa y llanamente, es más fácil hacer lo que aparentemente nos conviene en el momento...

Y la tristeza llegó a mi alma casi al unísono con la respuesta... El camino de la integridad está repleto de sinsabores, penas, amarguras y desentendidos... pero es el camino correcto... Mi padre una vez me dijo... Si quieres saber qué es lo que tienes que hacer en algún momento dado, si quieres saber cuál es el camino... debes elegir el difícil y de seguro no te equivocarás...

Cartas a mis nietos VIII

Que tal nietos queridos... hace tiempo que venía pensando sobre qué les hablaría ahora... muchos temas se me han pasado por la mente, pero no me decidía... en fin, quiero que sepan que no se han ido de mi mente... miro a su padre crecer y los veo... Ya tiene 4 años el pequeño... y saben... es la persona que más cosas me hace reflexionar...

Así, debido al ejercicio que me produce en la mente, les escribiré sobre el corriente...

De la reflexión

La reflexión es sin lugar a dudas una poderosa herramienta que permite cambiar el curso de los pensamientos y acciones de cualquiera que desee entrar en sus recovecos...

En efecto... puede uno estar inmerso en terribles pesares... dudas que carcomen la mente y el alma... ¿quién no ha sufrido de autocompasión por algo que le pasa?; ¿quién no a dicho... por qué a mí?

La reflexión nos ayuda a llegar a darnos la respuesta a esa pregunta... ¿por qué a mi?.. pues con los años he descubierto que siempre uno da el paso que desata el por qué a mi... Todas nuestras acciones y palabras conllevan acciones futuras que en la mayoría de los casos no alcanzamos siquiera a imaginar...

El viejo refrán cita... “lo que siembres, cosecharás...” y saben qué... cada vez que lo pienso, creo que el que inventó dichas palabras estaba sumergido en la más profunda y sutil sabiduría...

Pero bueno, volviendo al tema de la reflexión... gracias a ella me he descubierto culpando a otros de mis estupideces pasadas... aquellas que pavimentaron el hoy... Reflexionando he descubierto el punto inicial de dichas estupideces y me alegro... Me alegro porque puedo pensar en remediar mis tonteras anteriores en el futuro y en el presente, para cosechar el día de mañana alegría... La gente tiende a dejar de lado la reflexión en un ejercicio cada vez más frecuente... con ello se olvida del hombre y de dios...

Cuando era niño todo era mágico, bello, puro... mis ojos sólo eran capaces de ver la belleza del mundo... mi lógica sólo denotaba las cosas que mis sentidos eran capaces de conocer... cuando dormía mi mundo adquiría un todo completo... pero no sabía quién era...

Con los años he aprendido a conocer a quién está dentro de la carne... cada día que pasa me compenetro más con mi alma... la voy conociendo... pero con ello el mundo también se va mostrando y aquel onírico universo dio paso a la vida real... ni buena ni mala... y con ella, el quien soy se fue respondiendo...

La reflexión me ha ayudado en cada momento... cuando acierto y cuando me equivoco... hoy estoy sembrando emociones y sentimientos para cosechar el día de mañana, amores y sensaciones que espero las tomen de quien viene...

Hay que seguir los sueños hasta el final del camino... hasta el final... sólo en lo desconocido está la real vida...

De la palabra a la acción

jejejeje... no siempre uno lleva a la acción lo que piensa o dice... es difícil, en muchos casos, hacerlo... Por diferentes razones... desde timidez hasta simple apatía...

Mi padre me dijo muchas veces, de diferente modo, que los hombres sólo podrán ser mejores seres humanos si alineaban lo que pensaban, sentían y hacían... Y aún le encuentro razón...

Antes, durante mi adolescencia, me importaba el mundo y su devenir... Luego, como dijo en alguna hermosa canción Fito Páez, "preferiría tu sonrisa a toda la verdad"... y sí... con los años me cansé de chocar contra el sistema y lo común... La decepción había ganado...

Sin embargo, tras la muerte de mi papá la cosa volvió a cambiar para mí... Sé que el mundo no podrá cambiar nunca de la noche a la mañana... Proceso... esa es la palabra mágica en esto del cambio... proceso...

Y ese proceso empieza por mi, por cada uno y la gente que nos rodea... sonreírle al cajero del metro cuando uno compra el boleto o cualquier persona con la que cruzamos la mirada, pueden ser buenos comienzos...

La esperanza es lo último que pierde... y si a veces me siento completamente decepcionado de lo que pasa a mi alrededor... otras veces, como hoy, tengo la certeza que mis esfuerzos serán valorados por otra persona y tal vez, dentro de 1000 años las cosas sean mejores para los humanos que aún habiten la Tierra en ese futuro por venir...

Hay que erradicar palabras como tolerancia y cambiarla por aceptación... hay que desdibujar los conceptos que hay tras vocablos como racismo, dogmatismo, machismo, feminismo y tantos otros que solo ahondan nuestros pesares...

El mundo puede ser mejor para nosotros y para los que vendrán después... y eso, mis amigos, depende de cada uno... de cada uno y la suma de esas acciones...

Por mi parte, ya comencé hace años ya... y trato de llevarlo a cabo todos los días... no siempre resulta, pero con sentido común, autocrítica y sentido del humor, creo que se puede lograr algo bueno...

Contradicciones que son vitales, pero que nadie cree que lo son

Estar en la vida, dándose cuenta del respirar... del andar en medio de las demás personas me da la sensación de pasar por este mundo con la necesidad de decir lo que pienso y siento sin importarme demasiado lo que los demás piensen...

A veces, solo a veces me pasa que me preocupo por el qué dirán... y me sorprendo en este pensamiento que conlleva el asqueroso doble estándar típico de las personas en este país, mi país... Sí... esa especie de forma de vida tan típica por estos lares... esa que te enseñan en todos lados... Hacer algo y decir con convicción que no lo harías nunca...

Así somos... tan acostumbrados veo que estamos a eso que cuando uno levanta la voz y dice las cosas tal y cual las ve, los demás te hacen a un lado, te señalan con sus índices asegurando que eres un desubicado, un amargado y antes, durante la oscuridad de la dictadura, te acusaban de comunista...

Pensar, hablar y sentir en la misma dirección siempre fue peligroso en esta sociedad... El modelo se repite en incansables años hasta hacerlo parte del código social... se repite tanto que se institucionaliza y se considera "normal"...

Me molesta... me apena... no quiero que mi hijo aprenda eso... pero por no aprenderlo yo, sufrí el desprecio de la mayoría de mis pares en mis años de escuela... sólo unos pocos se "atrevieron" a ser mis amigos... amigos que hasta hoy lo son... los quiero, los admiro en su valentía de enfrentar esta sociedad mojigata...

Me enferma que en los medios, en todas partes, los mensajes sean de amor hacia el resto, cuando los hechos, las actitudes solo demuestran lo contrario... el más profundo desprecio hacia los otros... son pequeños detalles... no señalizar al hacer una maniobra cuando uno va manejando... no dejar pasar al otro, atropellándolo si es necesario al entrar a algún carro del metro (tren subterráneo)...

Actitudes que gota a gota demuestran que en realidad no nos importa nada de lo que les pase al resto de nosotros...

Ok... también tengo días buenos... :-) Es solo que me apena que seamos de ese modo... que les enseñemos a nuestros hijos a ser egoístas y perversos y lo peor... a sabiendas... Nos regocijamos cuando Alberto Hurtado fue santificado o como se llame eso... y ni nos esforzamos un poco en parecernos a él o en seguir su ejemplo...