25 de abril de 2007

Perdiendo la fe o simplemente cambiándola

Mirando las olas, su constante devenir, su ritmo, su música candenciosa me he cuestionado... Miles de formas presentes en una pequeña poza de agua salada... ¿Para qué tantas formas, para qué??? A veces pienso que todo es puramente perfecto... que la naturaleza tiene un propósito y un por qué que mi mente no alcanza a comprender...

Mi razón me dice que no puedo abarcarlo todo con ella... me susurra que muchas cosas escapan a su análisis... Entonces, viene el facilismo de asociar todo aquello que no comprendo a Dios... A su eterna, incólume, omnipresente e invisible voluntad... Luego, me pregunto... no será que la naturaleza simplemente prueba... hace experimentos que si se adaptan, sobreviven y si se adaptan muy bien poblan el planeta...

No lo sé... últimamente he sentido que estoy perdiendo la fe... pero debo ser honesto con ustedes al decir que nunca he sido un hombre de fe... o al menos no de esa fe que nos inculcan en los colegios... Dios... Dios... Mi concepto de Dios es tan... bueno, tan mío...

Creo en que todo ocupa un lugar en el espacio-tiempo... creo en que no existen las coincidencias... Creía en que todo encajaba en un plan universal... Ahora no lo sé...

Escuché las sabias palabras de una persona que hace poco vengo conociendo... él me entrega su conocimiento simplemente porque disfruta siendo él mismo... Las palabras de esta persona fueron sencillas... Hasta los apósteles pedieron la Fe... Somo hombres...

Creo en mi trabajo, en mi honestidad, en mi capacidad de hacer las cosas y en mi esfuerzo en tratar de hacer esas cosas lo mejor posible, pero veo en los ojos de algunos la apatía frente a una vida que se les pasa por delante de los ojos y no hacen nada para vivirla plenamente...

Creo... que estoy perdiendo a fe y espero que solo sea un paso al cambio... Un cambio que hoy no vislumbro, pero que sé, positivamente, que siempre viene... Somos escencialmente cambio... En eso también creo.